lunes, noviembre 26, 2007

Nadie conoce a nadie (1ª Parte)

Hace un tiempo, prometí a alguien que escribiría algo acerca de las relaciones entre las personas. No me refería a lo emocional. Más bien me refería a la manera que tenemos de relacionarnos con las personas de nuestro entorno.

Últimamente, como ya comenté aquí y en alguna de las fotos de mi fotolog, estoy enganchado a una serie televisiva llamada Dexter, y bien sea porque acabo de terminar un capitulo especialmente intenso o porque realmente es perfecta para ello, la usaré para ejemplificar, sin entrar en detalles que podrían fastidiarle a alguien el visionado de la misma, el tema del que dije que escribiría, nuestras relaciones con las personas de nuestro entorno.

Nadie conoce a nadie, así se titula esta entrada, pero es algo que va mucho más allá de una frase o de ser el titulo de una película española. Es una realidad casi absoluta, que se acerca en la mayoría de los casos a una realidad que vivimos a diario en base a un hecho tan sencillo como el de pensar que realmente conocemos a alguien, cuando en realidad no tenemos ni la más remota idea de cómo son las personas de nuestro entorno, incluso las más allegadas.

Aquí es donde comenzaré con un pequeño resumen de lo que es Dexter, el protagonista de la serie de la que tanto hablo. Es un asesino, sin más vuelta de hoja, y por mucho que una vez metido en la trama de la serie quisieras tenerle de vecino o colega o que consideres justificados sus actos, la realidad no cambia en absoluto, es un asesino, pero ante todo es un mentiroso, incluso por encima de lo primero.

Su hermana no sabe quién es en realidad, su novia tampoco tiene la más ligera idea de que fue escogida de manera premeditada, sus compañeros de trabajo, policías para más inri, no saben que más allá del encantador experto en sangre que los satura con grasas y azúcar cada mañana con donuts, hay una persona con la necesidad de matar.

“Se lo que estás pensando” es una de esas grandes mentiras que es perfectamente ejemplificable mediante Dexter. Entiendo que es un ejemplo extremo, pero sirve perfectamente a modo de explicación de mi manera de ver las relaciones personales. Podemos compartir, a primera vista, los aspectos más íntimos de la vida de una persona, y aún así no tener ni la más remota idea de que pasa por su cabeza. Si eso pasa con nuestros hermanos, con nuestras parejas, con nuestros padres o amigos ¿Cuanto más no pasará con personas a las que tratamos relativamente poco?

Aplicamos prejuicios de manera instintiva ante todo aquel que se aproxima a nuestro espacio vital, escogemos a nuestros conocidos, de manera habitual, más allá de lo físico (Parte altamente influyente) o la raza, por maneras concretas de vestir, gustos musicales, aficiones generales, ideas políticas, creamos vínculos de trabajo, amistad, amor, con personas que creemos que encajaran con nosotros. E incluso algunas veces, las que menos, arriesgamos con gente diametralmente opuesta, o simplemente los usamos para lograr la aceptación de aquellos que ya nos rodean. “Sí, yo tengo muchos amigos gays” es una frase muy utilizada para demostrarle a alguien que te conoce desde hace poco, lo abierto que eres ¿Quién no ha escuchado esa frase alguna vez? Yo, personalmente no soy diferente en absoluto, aunque realmente solo tenga un amigo gay, es probable que en una conversación en la que se sacase la tolerancia a la palestra usase esa frase sin preocuparme ni tan siquiera del hecho, de que aunque sea de manera inocente, estoy mintiéndole a mi interlocutor. Y ese es tan solo uno de tantos ejemplos que se podrían utilizar para demostrar la manera en la que realmente nunca llegamos a conocer a aquellos que nos rodean, y mucho menos sus pensamientos.

Algo parecido pasa con las personas que nos gustan o a aquellas a las que necesitamos. De manera instintiva, o no tan instintiva, cada uno saca lo mejor de si mismo a la hora de darse a conocer a estas personas. Solemos ser atentos, cariñosos, complacientes, dedicados, pacientes, dejando de lado por norma habitual los otros lados de nuestro carácter que consideramos que podrían chocar con nuestro interés de agradar a esa persona. Pero actuando así, deliberadamente le negamos a esa persona la posibilidad de conocernos tal y como somos, o lo que es peor, lo hacemos solo hasta que conseguimos su atención o su favor, momento en el cual nos sentimos liberados de esa “necesidad” de mostrar solo nuestro lado más complaciente y bueno. Y dejamos fluir nuestro “otro lado”, pudiendo llegar a hacer creer a esa persona que todo lo anterior ha sido sencillamente una mentira, y entonces se alejan de nosotros con una visión de nosotros en la que por no ser “nosotros mismos” desde un principio, la parte mala substituirá, casi siempre, a la buena.

Continuara… (pero no se cuando...)

4 comentarios:

La Mujer Biónica dijo...

supongo que quedarse detrás de la pantalla del ordenador no ayuda, como no ayuda que todos seamos cada vez más desconfiados, que tengamos menos tiempo, que nos aburra cada vez más la teatralidad que hay que echarle a menudo a las relaciones con los otros o la complacencia de la que hay que armarse para que no te tilden de rarito... En fin, muchas cosas, pero al final, siempre queremos lo mismo, compañía, que nos escuchen, que nos comprendan, que nos acepten como somos y, eventualmente, hasta que nos quieran. Y ya si follas, no te puedo decir hasta qué punto podrías sentirte agradecido.
Si no nos sintiéramos tan solos y aislados, páginas como Meetic o Match no estarían cotizando en bolsa... no te parece sintomático?
Ahora, yo debo decir, que el hecho de que hilvanes tanto solipsismo con Dexter me ha encantado. Ni qué decir tiene que los psicópatas son un síntoma de la enfermedad de que adolece esta sociedad...
Como dijo Sartre, el infierno son los demás.

H.

Matxambrat de Desitjos Complerts dijo...

Chapo ^^!

Besus,
Desirée

Anónimo dijo...

Bro, ¡deja de fumar esa mierda! xDDD

Buen post, que no va a evitar que insista un poquito más:

¡¡CALIFORNICATION!!

¿Recuerdas la de veces que me dijiste que me leyese el juego de Ender?

Pues hazme caso, coño!

Anónimo dijo...

Síii! Y cambiame el enlace a http://winteriscoming.wordpress.com que el de c0venant.net ya apesta :P

Cuando dices que venías? ;)