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sábado, diciembre 29, 2007

Motivaciones frikis


Media-Vida.net

Media-vida es una comunidad de motivados... siempre lo hemos sido y siempre lo seremos...

No tenemos termino medio, y eso se nota cuando la comunidad hace causa común para con algo...

A veces nos la cuelan doblada a users y mods, como en un famoso caso del timo de "la hija de tal usuario necesita operarse" y nos sacan más de 3000€ en donaciones de los que nunca más se supo (Denuncias y tal de por medio y todo)

En alguna otra ocasión los users de la flameresistencia nos la meten hasta el fondo, sin vaselina y media comunidad se encuentra dando el pesamé a los amigos de un usuario "muerto" que está felizmente descojonado en su casa leyendo toda la movida... (Aún les queda hasta el 2017 para que les quiten el ban de la web)

Tambien se ha dado el caso de cruzadas por la pureza de fe, en la que los cruzados gamers se lanzaron en hordas indignadas a libertar su feudo de sus más temidas enemigas... los putoteh! Usuarias registradas en la web con el único proposito de colgar fotos suyas en posturas "sexyono" y coleccionar el mayor número de firmas posibles en sus perfiles, sin percatarse siquiera de la existencia de los foros o del sistema de noticias... la cruzada fué larga y sangrienta... hubo muchos bans y usuarios expulsados y no se llegó a declarar un vencedor claro... aunque si fué notorio el número emergente de mujeres que comenzaron a postear por los foros...

Ahora la historia se centra en un jueguecito online realmente estupido, pero que tiene su miga detras... se trata de myminicity, de por si, no es más que el tipico juego en el que a base de clicks creas una ciudad que irá creciendo a medida que más gente haga click en tu link... vamos, un basico de los jueguecitos web online. Con una salvedad... se pueden "atacar" otras ciudades, a base de darles industria... momento en el cual explotan las fabricas matando a mucha gente... o bien la gente se pira por el exceso de contaminación...

Y así, petando ciudades a base de contaminación, nuestra pequeña ciudad ha llegado a situarse en el top 3 español... dejando desvastadas ciudades a nuestro paso... a partir de hoy iniciaremos el asalto a #2 y de aquí a poco esperamos afianzarnos en el #1 absoluto de manera clara y contundente...

Y como somos unos motivados... nos dedicamos a crear carteles como el que da entrada a este post... o como los que podeís encontrar en el primer link...

lunes, noviembre 26, 2007

Nadie conoce a nadie (1ª Parte)

Hace un tiempo, prometí a alguien que escribiría algo acerca de las relaciones entre las personas. No me refería a lo emocional. Más bien me refería a la manera que tenemos de relacionarnos con las personas de nuestro entorno.

Últimamente, como ya comenté aquí y en alguna de las fotos de mi fotolog, estoy enganchado a una serie televisiva llamada Dexter, y bien sea porque acabo de terminar un capitulo especialmente intenso o porque realmente es perfecta para ello, la usaré para ejemplificar, sin entrar en detalles que podrían fastidiarle a alguien el visionado de la misma, el tema del que dije que escribiría, nuestras relaciones con las personas de nuestro entorno.

Nadie conoce a nadie, así se titula esta entrada, pero es algo que va mucho más allá de una frase o de ser el titulo de una película española. Es una realidad casi absoluta, que se acerca en la mayoría de los casos a una realidad que vivimos a diario en base a un hecho tan sencillo como el de pensar que realmente conocemos a alguien, cuando en realidad no tenemos ni la más remota idea de cómo son las personas de nuestro entorno, incluso las más allegadas.

Aquí es donde comenzaré con un pequeño resumen de lo que es Dexter, el protagonista de la serie de la que tanto hablo. Es un asesino, sin más vuelta de hoja, y por mucho que una vez metido en la trama de la serie quisieras tenerle de vecino o colega o que consideres justificados sus actos, la realidad no cambia en absoluto, es un asesino, pero ante todo es un mentiroso, incluso por encima de lo primero.

Su hermana no sabe quién es en realidad, su novia tampoco tiene la más ligera idea de que fue escogida de manera premeditada, sus compañeros de trabajo, policías para más inri, no saben que más allá del encantador experto en sangre que los satura con grasas y azúcar cada mañana con donuts, hay una persona con la necesidad de matar.

“Se lo que estás pensando” es una de esas grandes mentiras que es perfectamente ejemplificable mediante Dexter. Entiendo que es un ejemplo extremo, pero sirve perfectamente a modo de explicación de mi manera de ver las relaciones personales. Podemos compartir, a primera vista, los aspectos más íntimos de la vida de una persona, y aún así no tener ni la más remota idea de que pasa por su cabeza. Si eso pasa con nuestros hermanos, con nuestras parejas, con nuestros padres o amigos ¿Cuanto más no pasará con personas a las que tratamos relativamente poco?

Aplicamos prejuicios de manera instintiva ante todo aquel que se aproxima a nuestro espacio vital, escogemos a nuestros conocidos, de manera habitual, más allá de lo físico (Parte altamente influyente) o la raza, por maneras concretas de vestir, gustos musicales, aficiones generales, ideas políticas, creamos vínculos de trabajo, amistad, amor, con personas que creemos que encajaran con nosotros. E incluso algunas veces, las que menos, arriesgamos con gente diametralmente opuesta, o simplemente los usamos para lograr la aceptación de aquellos que ya nos rodean. “Sí, yo tengo muchos amigos gays” es una frase muy utilizada para demostrarle a alguien que te conoce desde hace poco, lo abierto que eres ¿Quién no ha escuchado esa frase alguna vez? Yo, personalmente no soy diferente en absoluto, aunque realmente solo tenga un amigo gay, es probable que en una conversación en la que se sacase la tolerancia a la palestra usase esa frase sin preocuparme ni tan siquiera del hecho, de que aunque sea de manera inocente, estoy mintiéndole a mi interlocutor. Y ese es tan solo uno de tantos ejemplos que se podrían utilizar para demostrar la manera en la que realmente nunca llegamos a conocer a aquellos que nos rodean, y mucho menos sus pensamientos.

Algo parecido pasa con las personas que nos gustan o a aquellas a las que necesitamos. De manera instintiva, o no tan instintiva, cada uno saca lo mejor de si mismo a la hora de darse a conocer a estas personas. Solemos ser atentos, cariñosos, complacientes, dedicados, pacientes, dejando de lado por norma habitual los otros lados de nuestro carácter que consideramos que podrían chocar con nuestro interés de agradar a esa persona. Pero actuando así, deliberadamente le negamos a esa persona la posibilidad de conocernos tal y como somos, o lo que es peor, lo hacemos solo hasta que conseguimos su atención o su favor, momento en el cual nos sentimos liberados de esa “necesidad” de mostrar solo nuestro lado más complaciente y bueno. Y dejamos fluir nuestro “otro lado”, pudiendo llegar a hacer creer a esa persona que todo lo anterior ha sido sencillamente una mentira, y entonces se alejan de nosotros con una visión de nosotros en la que por no ser “nosotros mismos” desde un principio, la parte mala substituirá, casi siempre, a la buena.

Continuara… (pero no se cuando...)