Abrazos

Una persona muy importante para mi me contó una vez, que cuando era pequeña, su padre le decía que la manera de demostrar cuanto querías a otra persona era mediante el abrazo más fuerte que pudieses darle... Así que ella le abrazaba con toda la fuerza de la que era capaz, siento apenas una niña, obviamente no era demasiada, y cuando su padre a cambio le devolvía el abrazo, notar la fuerza del mismo hacía que ella pensase que era la persona más querida del mundo...

A veces se necesita un abrazo muy fuerte... o se tienen muchas ganas de darle a alguien uno así, ayuda a despejar mucho las dudas y los temores... y alegra el día.

Ultimamente está muy de moda el rollo de la abrazoterapia... la verdad, es que a primera vista, la idea resulta cuando menos llamativa, así que tras un primer especimen, mucha gente se ha lanzado a la calle a practicarla.

Yo, personalmente, hoy he tenido mi ración privada de abrazoterapia... pero ¿Os cuento un secreto? Yo he sido más egoista... y he coleccionado los abrazos de la gente a la que realmente necesitaba abrazar... mis amigos, que han demostrado cada uno a su manera, que siguen aquí, y que seguirán estandolo...

Tambien he de reconocer otro secreto... echo de menos unos abrazos en concreto, abrazos envueltos en un silencio mucho más elocuente de lo que podría haber sido cualquier palabra... unos abrazos que espero repetir algún día... porque aunque me ponga tosco y me salte la vena maligna, y escriba la palabra FIN, realmente, a lo único que me gustaría poner fin es al miedo...